Lavado: Lava con agua fría o tibia (máximo 30°C) para proteger la elasticidad y las fibras. Se recomienda el lavado a mano, pero si usas lavadora, selecciona un ciclo delicado y agrupa colores similares. Usa detergente líquido suave, evitando suavizantes y blanqueadores para preservar las fibras y los colores.
Secado: Evita la secadora, ya que el calor puede dañar las fibras elásticas y acortar la vida útil de la prenda. En su lugar, sécala al aire sobre una superficie plana, lejos de la luz directa del sol, sin retorcerla.
Almacenamiento: Guarda la prenda en un lugar seco para evitar humedad, moho y malos olores. Dóblala en lugar de colgarla para preservar la elasticidad del elastano.
Consejo adicional: Evita el contacto con superficies rugosas para prevenir enganches o desgaste. Ten cuidado con cremas y aceites corporales, ya que pueden manchar la tela y afectar su elasticidad. Además, enjuaga la prenda después del uso si ha estado en contacto con sudor, cloro o agua salada para evitar daños.
